viernes, 22 de octubre de 2010

10 mentiras sobre la Ley contra el Racismo en Bolivia

Foto: Marcha de periodistas en La Paz

El tema visto por Alejandro Salazar





 


A cada mentira, una verdad...
1. ¿Acaso los medios son racistas?, ¿cómo pues se los va a querer clausurar? Que sancionen a los periodistas, no a los medios. Ellos no tienen la culpa de lo que hacen sus periodistas.
1. Sancionar sólo a las empresas por actos que comenten sus empleados no basta. Hay que sancionar a ambos. Por ejemplo, al chófer que maneja borracho, cárcel; y a la empresa que no se lo impidió, sanciones económicas. Con los medios no tiene por qué ser diferente.



2. Pucha… ahora ya no se puede decir sandwich de chola, ni beso de negro, ni fila india, ni mariconeada, ni marimacho, ni cunumi, ni cholivarista, ni enano, ni robafocos, ni churquita de mi corazón, ni día gris, ni merienda de negros…
2. Falso. La Ley castiga el racismo, es decir, aquellas ideas y expresiones que exaltan el odio y la violencia en contra de los grupos que juzga inferiores. El uso de apelativos cariñosos no le compete a ninguna ley y si es un insulto, corresponde a las figuras de injuria o difamación que son castigadas por el Código Penal.



3. Si un loco toma el teléfono, llama a una radio y comienza a proferir afirmaciones racistas, el gobierno va a clausurar ese medio de comunicación. No es correcto. Justos pagarían por pecadores.


3. El artículo 16 de la Ley dice que la sanción se aplica sólo al medio que “autorizare” la difusión de ideas racistas. Si un medio no tiene opción de autorizar nada, no puede ser sancionado. En este caso, la responsabilidad es del autor de las ideas.



4. Estamos fregados, si en un arranque de rabia le digo a un amigo que es un “negro de porquería”, entonces viene un policía y me lleva preso.


4. Si un individuo se siente víctima de discriminación, puede iniciar un proceso penal contra su agresor. Es un asunto privado que sólo compete al ofendido. La policía no puede actuar de oficio en este caso.



5. Pobre Carlos Valverde… el otro día dijo en la tele que “se pasa la ley por las pelotas”. Es un grosero, pero ahora le va a caer encima todo el rigor de la Ley contra el Racismo.
5. La ley no castiga el insulto ni la grosería, castiga el racismo y la discriminación. La expresión aludida no es racista, porque no agrede a nadie bajo conceptos de superioridad o inferioridad racial.



6. Ahora, por culpa de esta ley no me puedo expresar libremente. Los periodistas tienen miedo de ser encarcelados. Ya nadie puede hablar en contra del gobierno. La democracia en Bolivia ha muerto.


6. La Ley no se refiere a las opiniones políticas. Disentir, protestar y oponerse a las autoridades sigue siendo un derecho de todos y todas. La democracia boliviana
goza de buena salud.



7. Los movimientos sociales y los sindicatos, afines al gobierno, definirán qué es racista y qué no lo es. Ellos formarán un comité encargado de juzgar en esta materia. Y para colmo, los periodistas ni siquiera están representados allí.
7. Falso. Ese comité no juzga nada, se ocupa de proponer y promover políticas contra el racismo. Previene, no sanciona. Quienes aplican sanciones son los jueces y las autoridades  correspondientes dentro de empresas y organizaciones.


8. La ley no es clara. Todo puede ser calificado como racismo. Es como una ley que prohíbe la marihuana, pero que castiga a todos los que producen vegetales.
8. La ley define que racismo es “toda teoría tendente a la valoración de unas diferencias biológicas y/o culturales” (…) “en provecho de un grupo y en perjuicio del otro”. El juez que la aplique tendrá que regirse a dicha definición.


9. Ay, sólo en Bolivia pasa esto. La ley contra el racismo es única en el planeta. Vulnera todos los convenios y tratados internacionales. Ha sido fabricada en un laboratorio castrista, chavista y comunista. Es el primer zarpazo para convertir a Bolivia en una dictadura. Por ese camino, solo habrá un canal, “Bolivia TV”, y un diario, “Cambio”.
9. La ley boliviana contra el racismo llega muy tarde. Casi todos los países tienen legislación al respecto y generalmente mucho más severa. La ley pone, al fin, en práctica, convenios internacionales firmados hace tiempo por el país como la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Convención Interamericana de Derechos Humanos.


10. La ley está bien. El problema está en la aplicación. Los jueces masistas van a usar la ley para clausurar los medios de la oposición.
10. La forma de garantizar una buena aplicación de la ley es participar en la elaboración de un reglamento que ponga freno a los posibles abusos.


Plataforma de Periodistas y Comunicadores de la Red contra el Racismo

5 comentarios:

  1. Lastimosamente su opinión ni la mía hace estado... ese spot oficial de propaganda dice que valverde es racista y eso si hace estado...

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  2. Estimado Andrés:

    Tiene usted razón. La afirmación del Sr. Valverde sobre el uso que quiere darle a la Ley contra el Racismo no es racismo, es una idea, suponemos riesgosa, para las delicadas partes del cuerpo humano que cita, pero allá cada quien con el uso que suele darle a sus partes púdicas. Sí, muestra el mal gusto y pobre vocabulario que nos afecta a muchos bolivianos y bolivianas.

    Saludos cordiales,
    La Red

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  3. Aplaudimos la conformación de la Red. Finalmente una voz se consolida por fuera de las arbitrariedades gubernamentales y las mediáticas.

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  4. Interesante
    En especial para aquellos que no han leído la ley. Pero me quedo con mi opinión de que la norma es muy ambigua, una redacción legal hecha por sociólogos bien intencionados, pero sigue siendo ambigua

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  5. ya era hora de escuchar razones y no pasiones

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