miércoles, 16 de noviembre de 2011

Investigación sobre el TIPNIS: Entre el rating mediático y la instrumentalización ciega de la política

La investigación solicitada por partidos políticos, y luego organizaciones indígenas, en el caso de la violencia contra los indígenas que defendían el Territorio Nacional del Parque Isiboro Sécure (TIPNIS) parece tener un objetivo político y la necesidad de un rating mediático antes que esclarecer la verdad, a juzgar por lo que se publica.

De ahí que lo que informa la prensa debe siempre ser analizado con beneficio de duda y comparado con los documentos o declaraciones de las fuentes que los mismos medios citan ya que suelen ser malinterpretados o sacados de contexto cuando no tergiversados a propósito.

Así, luego de una revisión a las declaraciones del exviceministro del Gobierno, Marcos Farfán, ante la Fiscalía, partes de las cuales fueron filtradas por el periódico Página Siete, y del informe textual al que ha tenido acceso este mismo medio (Un informe del ex viceministro Marcos Farfán revela los hechos de la represión en Yucumo, 14 de noviembre de 2011), informe que fue reconocido como auténtico por el mismo exviceministro, se desprende lo siguiente:

El presidente nunca dio orden para una intervención a los indígenas. El viceministro, Marcos Farfán, declara que, en todo momento, el presidente recomendó no usar la fuerza ni la violencia en ninguna marcha o manifestación, y que pidió de manera expresa no usar ninguna provocación ni violencia en el caso del TIPNIS.


 Que había un operativo para intervenir al amanecer del domingo la marcha a raíz de “un secuestro del canciller, David Choquehuanca”, por parte de los indígenas, denunciado ante la Fiscalía.

 Dificultades operativas habían sido detectadas por el viceministro Marcos Farfán que se oponía a un operativo como éste sin orden fiscal. El ministro Sacha Llorenti, le había informado la medianoche del sábado, inicio del domingo, que el operativo había sido suspendido para el lunes.

 La presencia sorpresiva de dos generales policiales, Muñoz y Palacios, enviados desde La Paz, el domingo por la mañana, muestra que la organización para el operativo prosiguió a espaldas del viceministro Farfán. El general Foronda, quien al igual que Farfán, había expresado reticencia al operativo, había retornado a La Paz, sin explicación alguna. Los dos generales intentaron convencer a Farfán para realizar el operativo ante informes de inteligencia. El viceministro se negó rotundamente al hecho.

 El viceministro Farfán ha aclarado a Página Siete que nunca dijo ni declaró ante la Fiscalía que el ministro Sacha Llorenti dio la orden para la intervención, y es cierto a juzgar por el análisis de las fuentes del periódico.

 Lo que está claro es que el general Muñoz informó a Farfán acerca de la intervención de la marcha mientras Farfán se hallaba en plena reunión pública. Son testigos de la charla y la expresión atónita varias personas.

 El viceministro Farfán se dirige rápidamente a su hotel para cambiarse porque estaba en chinelas y en shorts, un dato que obviamente muestra que no pasaba por la cabeza del viceministro ninguna acción de hecho.

Los hechos, según el viceministro

Las puntualizaciones más importantes del informe del Viceministro publicado por Página Siete son las siguientes:

1. El exviceministro Marcos Farfán ha declarado ante la Fiscalía que el presidente Morales nunca dio orden alguna para usar la violencia contra los indígenas. Farfán afirma que el presidente Evo Morales, pidió en reiteradas oportunidades no usar la violencia contra ninguna manifestación o marcha alguna, y evitar la violencia en el TIPNIS.

2. Tras el “secuestro del canciller” por parte de los indígenas el sábado, 24 de septiembre, contra el canciller, David Choquehuanca, el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, instruyó al viceministro se realice un plan de rescate del canciller, y, a la vez, un plan de intervención a la marcha indígena. El primer plan no se llevó a cabo porque el canciller fue liberado en el día, pero quedó pendiente el segundo plan. El ministro Sacha Llorenti instruyó, a las 14:30 Hrs del sábado, 24 de noviembre, el viaje a Yucumo del viceministro Farfán para “la evacuación de los marchistas para el amanecer del domingo, 25” Dos generales, dice el ministro, viajarán con él para reforzar el operativo de la intervención de la marcha. Sin embargo, los policías no llegaron nunca por lo que el avión partió sin ellos.

3. Llegado a Yacumo, el viceministro Farfán se reúne con el comandante policial acantonado en la zona, el Cnel Chávez y otros oficiales son informados por farfán de que el gobierno tramitaba un requerimiento fiscal contra los indígenas por el secuestro del canciller y tentativa de homicidio, y que en cumplimiento de este requerimiento existía la orden superior de intervenir la marcha al amanecer del día siguiente.

4. Los policías analizan que no era posible el operativo debido a limitaciones logísticas, no se tenía conocimiento del terreno, ni de la distribución de la gente y que en ese escenario podía desencadenarse un escenario de violencia. El viceministro, que se halla en ese momento junto con el director de Régimen Interior, Boris Villegas, comunica al ministro de esta situación, pero Llorenti es enfático y taxativo para reiterar la orden.

5. El General Foronda aún tiene la esperanza de disuadir a los indígenas y dice que el domingo se tomará contacto con ellos para disuadir de la marcha.

6. A las 00:05 Hrs, medianoche de ese sábado, cinco minutos del inicio del domingo 25, el ministro Llorenti comunica que había evaluado las limitaciones y que estaba de acuerdo con postergar el operativo hasta el día lunes, 26 de septiembre, con el fin de superar los problemas. La contraorden fue traspasada al general Foronda.

7. El domingo 25, a las 09:00, el viceministro Farfán y el director de Régimen Interior, Boris Villegas, se dirigen al cuartel de UMOPAR, donde el general Foronda se hallaba realizando los requerimientos logísticos para el operativo. Se esperaba la llegada de 60 efectivos más de Trinidad. Allí deciden volver a reunirse a las 18:00 Hrs de ese domingo para pulir los detalles del plan, con toda la información evacuada.

8. A las 15:30 Hrs. el viceministro se hallaba reunido con el fiscal Muñoz de San Borja y el comandante policial de Yucumo para coordinar el operativo, y éste fiscal debía llegar con el fiscal de Rurrenabaque porque, según Farfán, se entendía que en La Paz se había presentado una denuncia, según anunció en la sede de gobierno el ministro Llorenti, por el secuestro del canciller y el requerimiento fiscal llegaría hasta esa hora. Farfán, en sus declaraciones a la Fiscalía, afirma que, en todo momento, exigió la presencia de los fiscales para llevar a cabo el operativo, como abogado que es.

9. Luego de la reunión con el fiscal de San Borja, o sea pasadas las 15:30 Hrs, llevada a cabo en la comisaría de Yucumo, en presencia del comandante de Yucumo, el viceministro Farfán y el director de Régimen Interno, Villegas se encuentran en la calle con los generales Muñoz y Palacios, que habían llegado de La Paz en horas de la mañana y que hasta esa hora no se habían presentado ante el viceministro.

10. El general Palacios informa al viceministro que tenía informes de inteligencia en sentido de que los arqueros y lanceros indígenas estaban en apronte, intentando romper la barrera policial y que se hallaban apartados del grueso de la marcha, lo que constituía un momento propicio para intervenirla.

11. A dicha propuesta descabellada, dice Farfán, respondimos (seguramente con Villegas) con una contundente negativa, “nos opusimos categóricamente a ejecutar el operativo a esa hora y les dijimos a los generales que sin el requerimiento ni la presencia fiscal el operativo carecía de legalidad y no se garantizaría la vida y la seguridad de las personas ni los derechos constitucionales”.

12. Farfán y el Director de Régimen Interno, Boris Villegas, se dirigen, luego, a una reunión con los dirigentes Husco, Lober, un miembro de la Confederación de Campesinos, un funcionario de la presidencia y Jorge Arzabe del viceministerio de Régimen Interior, o sea mucho después de la primera reunión que fue a las 15:30 Hrs y de su encuentro con los comandantes. Se coordinaba el retiro del bloqueo al amanecer del día siguiente puesto que se les había informado que se estaban realizando negociaciones y gestiones con los indígenas para su evacuación.

13. De repente, en medio de la reunión, dice Farfán, recibí la llamada del general Muñoz Colodro, indicándome que la situación se había precipitado y que se produjo un enfrentamiento entre policías y marchistas y que estaban procediendo a la intervención. Atónito, prosigue Farfán, le pregunté si tenían una orden y me contestó: “Sí, de La Paz”. Farfán explicó a los miembros de la reunión que se había producido una intervención.

14. En ese momento, Farfán llamó al ministro Llorenti comunicándole lo repentino de la intervención policial. El ministro le responde que lo tenga al tanto del operativo cada diez minutos.

15. Como nadie esperaba el adelanto del operativo, Farfán había asistido a la reunión con los colonizadores en shorts y chinelas, por lo que tuvo que ir rápidamente a cambiarse al hotel, desde donde, con el Sr. Villegas, se dirigen al puente de San Lorenzo.

16. Cuando llegaron al puente de San Lorenzo, la policía se encontraba ya en plena intervención.

Entre las conclusiones que saca el propio Viceministro se destacan aquellas en las que dice que:

• El operativo no contó con requerimiento ni presencia de fiscal; que el general Muñoz Colodro o hizo conocer a su persona acerca de su presencia en Yucumo y en UMPSR hasta las 13:00 Hrs, no obstante de haber llegado a la región a las 10:00 Hrs.

• Nadie del viceministerio, incluida su persona, participó del plan de operaciones ni de las decisiones que se tomaron en UMOPSR entre las 10:00 Hrs. y el mediodía de ese domingo.

• Según el reporte de otra funcionaria de gobierno, se establece que las características que tuvo el operativo fueron resultado de las instrucciones impartidas en reunión de la plana mayor y la formación del personal policial durante la mañana del 25 de septiembre en UMOPAR.

• El general Muñoz actuó o bien por cuenta propia o con alguna orden de La Paz, dice Farfán, no menciona a Llorenti. Si es el segundo caso, puede deberse a que el ministro de Gobierno vio debilidad y duda en el operativo por parte mía la noche del 24 cuando se le llamó explicándole las limitaciones.

• El haber denegado, nosotros: Farfán (al parecer Boris Villegas) toda posibilidad de operar esa tarde del domingo debido a la ausencia de fiscal y el requerimiento, por una parte, y por otra, al haber sido sorprendido, en plena reunión con los colonizadores, por la intervención abrupta a la marcha, demuestra meridianamente, que la orden de intervención no provino de mi persona y menos de Boris Villegas, señala el viceministro.

• Tanto por los hechos relatados en el informe, así como por las previsiones constitucionales de la Ley Orgánica del Órgano Ejecutivo, se establece de manera lógica que es material y jurídicamente imposible que el Viceministro de Régimen Interior dirija o imparta órdenes a la policía boliviana o que, en su defecto, ésta dé cumplimiento a las mismas.

Otros elementos a tomar en cuenta

En las publicaciones de prensa sobre el TIPNIS se habla de todo menos de un dato que no debe olvidarse si queremos entender todo el problema.

El presidente, Evo Morales, había convocado a un diálogo a los dirigentes de la marcha para ese domingo, 25 de septiembre, a las 20:00 Hrs. en Palacio de gobierno. Un pedido que se sumó a otros que salieron desde el gobierno pero que no respondían a la demanda indígena para que el presidente Morales acuda hasta donde permanecía la marcha.

Otro importante dato es que el “enfrentamiento” entre indígenas y policías pudo precipitarse por las circunstancias, a juzgar por las declaraciones del propio presidente del TIPNIS, Fernando Vargas, en torno a los sucesos.(Ver declaración de Vargas, 28 de septiembre de 2011, a la Fundación Tierra, a tres días de los sucesos: "Fernando Vargas: Sentí orgullo de que me reprimieran por defender a mi pueblo")

Fernando Vargas: "Sentí orgullo de que me reprimieran por defender a mi pueblo"

Dice Vargas: "A las cinco de la tarde, cuando fui a hablar con los policías (que se acercaron a un kilómetro del campamento de San Lorenzo donde estaban los indígenas) para que se replieguen al lado donde acampaban (en el aserradero de Chaparina a cinco kilómetros), nos dijeron que ‘no’ porque los habían votado del aserradero, nos pidieron 30 minutos, nosotros dijimos está bien pero se tienen que ir. Nos dijeron que ‘lleguen nuestras movilidades’, los compañeros (guardias indígenas) se calmaron. Entonces yo salí hacia la carretera porque había varias compañeras que estaban interrogando a otros policías. Y les dije: ‘Déjenlos, no les hagan nada’, los dejaron y luego corrieron. Yo no vi sinceramente, pero me parece que vieron a los policías que venían. Ellas corrieron se metieron por el lado del monte. En eso cuando llegué (a la carretera) yo vi que venían filas de policías tras de mí. Había un hombre civil de blanco que me dijo ‘a vos te conozco y vos sos responsable de todo esto, vos vas a pagar eso’. ‘Está bien -le dije- pero también vos vas a pagar lo que vas hacer ahora’.“Luego, llegó la Policía y ya no más veo cómo se lanzaron en contra mía”, dijo Vargas en sus declaraciones.

En busca de chivos expiatorios

Sin que hubiese ninguna investigación de los hechos, llama la atención que el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, hubiese acusado apresuradamente al viceministro Farfán como responsable de los hechos cuando también existen testigos claves, entre los mismos funcionarios y dirigentes sociales, que han presenciado y escuchado la llamada en la que el general Muñoz informa a Farfán que se ha producido el operativo.

Poco después del operativo, Farfán renuncia indignado por la acusación, e incluso, en esas circunstancias considera que las acciones policiales pudieron precipitarse, como informó Muñoz Colodro.

La actitud del ahora exviceministro Farfán contradice con la que han asumido algunos comandantes policiales, así como personeros del gobierno, como el exministro Sacha Llorenti, que buscan, a como dé lugar, un “chivo expiatorio” en lugar de esclarecer los hechos que analizados con calma pueden dar luces sobre las lamentables circunstancias en que se produjeron y explicar lo ocurrido; aunque nunca habrá un justificativo para que el Estado responda con la fuerza ante una demanda social.

De ahí, que ante las contundentes declaraciones del Viceministro Farfán, algunos medios recurran a fuentes confiables –no documentos ni declaraciones con nombre y apellido- y a decir, por ejemplo, que: “Quince minutos antes de comenzar el operativo policial para la represión a la marcha indígena, el exviceministro de Gobierno, Marcos Farfán, dio la autorización para iniciar las acciones de intervención a la marcha indígena el pasado 25 de septiembre, según información a la que tuvo acceso ERBOL” (“Revelan que 15 minutos antes del operativo, Farfán dio orden de intervenir”, 15 de noviembre de 2011), un intento de desbaratar el informe del viceministro que muestra de manera sencilla los hechos ocurridos con testigos al lado que, esperemos, no cambien ahora sus testimonios.


Periodistas involucrados en la investigación por el Movimiento sin Miedo

Un tema que también ha sido tergiversado es la petición del Movimiento Sin Miedo y su dirigente, Juan del Granado, a quien se le ocurrió la idea de convocar como “testigos de cargo” a los periodistas que cubrían la marcha y con ese fin presentó una lista a la Fiscalía. (MSM presenta lista de testigos de la represión y pide aprehender a representantes de OAS. ERBOL, 9 de noviembre de 2011)


Sin embargo, este pedido a la Fiscalía, que involucra a los periodistas, fue atribuido al gobierno y, en el mejor de los casos, a la Fiscalía por presiones del gobierno.

Muy pocos medios expresaron su rechazo en el contexto correcto. Es el caso del Deber que dice: “El Movimiento Sin Miedo (MSM) incluyó a tres periodistas en la lista de diez testigos de cargo en la investigación por la represión ocurrida el 25 de septiembre en Yucumo, a la marcha indígena. La petición fue rechazada por los gremios periodísticos, por considerar que es un acto de amedrentamiento a los comunicadores.” (El Deber, 10 de noviembre. Tres periodistas están en la lista para declarar. Fueron incluidos por el Movimiento Sin Miedo.)

En cambio, las declaraciones del fiscal de la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP), Antonio Vargas, señalan: “Este desliz jurídico habla de un mal trabajo de la Fiscalía. Es una mala interpretación de la cobertura periodística que viene a empeorar una relación que, de por sí, es conflictiva entre el Gobierno y el gremio periodístico”, dijo Vargas (Radio Panamericana, 10 de noviembre de 2011)

La investigación acerca de la condenable violencia contra los indígenas no puede estar mediada por el interés político partidario o de otro tipo, porque no contribuye al esclarecimiento de los hechos sino, tan solo, se convierte en un rating mediático inescrupuloso y en un uso político desaprensivo de las víctimas y de los hechos dolorosos de Chaparina que han conmovido a todo el país.

Amanda Dávila
Periodista

sábado, 15 de octubre de 2011

La víctima en el mercado del espectáculo mediático social y político

Análisis crítico de la marcha del TIPNIS desde la marcha
Por: Zergio
Una buena víctima vale más que el oro puro en la sociedad del espectáculo. Los monstruos humanos, los seres espectacularmente deformes (que los nobles coleccionaban y los circos exponían) son probablemente un buen ejemplo del arquetipo de la víctima.

Cristo (carneado) en la cruz es otro buen ejemplo de la misma forma.Los primeros son seres sin estado previo, nacidos víctimas de la naturaleza, del azar genético, de la ira de dios, de la moralidad de la época, o del mal comportamiento de sus padres.

El segundo es un pacífico y algo afeminado hombre, presumiblemente inocente de toda culpa, sometido, azotado, humillado, torturado y expuesto como rancio pedazo de carne sobre una cruz, castigado por el poder del imperio.

En todos los casos el grado de sufrimiento de la víctima y su capacidad para
conmover a los espectadores determinarán su valor en el mercado del espectáculo mediático, social y político. Todo dependerá, entonces, de cuánta sangre y dolor se derramen, en qué forma, y cuánto de todo eso nos salpique.

El lucro del dolor y sociedades que dependen de las víctimas

La forma en que lucran con el dolor las telenovelas es fácilmente observable. La medida en la que el héroe (de las películas de acción) es también una víctima de la situación, es visible en la imagen del rostro de Rocky al final de su primera película (apaleado pero triunfante) o en el rostro de Frodo antes de deshacerse del anillo maldito.

El hecho de que la mayor parte de la comedia que conocemos sea fundada sobre la humillación o agresión a alguien, es otra prueba de lo dependientes que somos de la existencia de víctimas. Las victimas mueven la economía, agitan las fuerzas sociales y dinamizan la política. La doctrina del shock, del lucro a través de la crisis fabrica víctimas sociales y estados sociales de miedo. Una vez expuesta la vulnerabilidad de las posibles o efectivas víctimas, se procede a ejecutar medidas que en otras condiciones no hubieran sido aceptadas. Así con buenas víctimas se dinamiza al mercado, se desatan las fuerzas sociales y se da movimiento a la economía.

Las tácticas clásicas de presión social que conocen nuestros movimientos sociales, como la huelga de hambre, la crucifixión o las marchas extenuantes, están fundadas en cierta forma en el uso de esta economía de las víctimas.

Perfectas víctimas y perfectos criminales

Octubre del 2003, en El Alto, como el 11 de enero en Cochabamba, como la
humillación de campesinos en Sucre, como la masacre del Porvenir, como la
intervención a la marcha indígena por el TIPNIS, son claros ejemplos de cómo
se dinamiza la política gracias a un buen grupo de víctimas.

Cuesta creer, pero, en sus cálculos, algunos esperaban que por lo menos haya un muerto en la intervención a la marcha indígena por el TIPNIS; y en el mejor de los casos deseaban que sea un niño, no, perdón, esperaban que fuese un bebé.

¿Quién se beneficiaría con una ofrenda tan siniestra y pura como la de un bebé indígena muerto por la represión policial? Primero preguntemos: ¿Qué efectos causaría una víctima tan perfecta? La respuesta es obvia: la indignación general e indefinida. La indignación de los marchistas primero, luego la de la sociedad civil sensible, luego la de la sociedad civil contraria al gobierno, luego la de los miembros del gobierno incapaces de mantenerse indiferentes ante el suceso.

La buena víctima criminaliza contundentemente a su agresor. Y la buena víctima desmoraliza (sirve como ejemplo) a quienes podrían correr el mismo riesgo si se exponen, es decir que la perfecta víctima produce miedo, indignación y perfectos criminales a la vez.

Pensemos en los nazis, en Hitler. Pensemos en los judíos, en la imagen que nos han hecho crear de ellos. Su historia servirá todavía por muchos años para asustar a la gente de las posibilidades de un gobierno totalitario, servirá para inspirar indignación por lo sucedido, y servirá para sostener las imágenes del perfecto criminal y de la perfecta víctima. Ante el holocausto, los otros presidentes que sólo matan a unos cuantos no tendrían que parecernos tan siniestros. Ante el vilipendiado pueblo judío cualquier otra víctima no debiera parecernos tan terrible.

Además de lo ya dicho, como un subproducto, la víctima engendra solidaridad,
compasión; pone sensibles, vulnerables, impulsivos y distraídos a los
espectadores; quienes en tales condiciones pierden toda capacidad crítica y
toda capacidad de acción concreta y premeditada.

Ahora volvamos a nuestra primera pregunta, y la desglosemos en varios
cuestionamientos: ¿Quién se beneficia con la criminalización del actual gobierno?, ¿quién se beneficia con la sensibilización y vulnerabilidad de la
sociedad civil?, ¿quién se beneficia con la indignación de la sociedad civil? y ¿quién se beneficia con el miedo de los marchistas, y de los movimientos sociales que se oponen al Estado?

Probablemente la respuesta a las primeras tres preguntas sea la misma, el
principal beneficiario es alguien quien puede intentar realizar un golpe de
Estado camuflado. Pero una respuesta general a las cuatro preguntas podría
ser la siguiente: se beneficiarían los que se disputan el poder estatal, en cierta medida se beneficiarán quienes lo tienen ahora, en cierta medida los que creen poder conseguirlo. No olvidemos que cualquier perfecto criminal puede ser convertido fácilmente en una perfecta víctima. Así los marchistas indígenas pasaron rápidamente de secuestradores violentos (perfectos criminales para justificar una intervención) a ingenuas e inocentes víctimas de un Estado desalmado.

¿Quieren saber quién es capaz de desear, aunque sea, la muerte de un bebé indígena para beneficiarse, y quién es capaz de mover sus influencias para
tratar de conseguirlo? Yo también quiero saberlo. Parte de la responsabilidad la tiene el actual gobierno, parte de la responsabilidad la comparte sin duda la ultra derecha oriental e internacional opositora. Pero quienes ejecutaron realmente ese intento de fabricar una perfecta víctima son personas con capacidad de influencia en la policía, en ministerios del Gobierno, en la dirigencia marchista, en los medios de comunicación, y en las almas de los ingenuos, desprevenidos y sensibles espectadores de este show despreciable.

domingo, 9 de octubre de 2011

Por qué no voy a salir a marchar “en defensa del TIPNIS” DE REPRESIONES Y SALVAJES NOBLES IMAGINARIOS

Eso de pueblos indígenas lo han inventado para dividirnos.
. Dirigente de base, Sud Yungas, 2007

Por Alison Spedding Pallet

La autora, antropóloga inglesa con más de 20 años de residencia en Bolivia, se pregunta si las madres y bebés de la marcha fueron usados como escudos humanos ante la represión para levantar simpatías. “Sí me interesa la conservación de la biodiversidad, pero por eso lo que necesitamos son leyes ambientales que sean realmente efectivas”, finaliza Spedding.

Antes del domingo 25 de septiembre, día de la ya mundialmente famosa represión a la “marcha indígena”, una cadena heterogénea de simpatizantes se había unido a la marcha de los “pueblos indígenas en defensa del TIPNIS”. Entre otros, se encontraban “raleados” del MAS, como Lino Villca o Román Loayza, varios representantes del Movimiento Sin Miedo y otros de CONAMAQ. Incluso escuché por radio una entrevista a un vecino de Pampahasi, donde vivo en La Paz, presente en Chaparina al parecer por solidaridad con los “hermanos indígenas”. No está claro a estas alturas qué porcentaje de las personas marchistas (que acampan con varias carpas estilo iglú que no avergüenzan a ningún trekker extranjero del camino del Takesi) son realmente “indígenas de las Tierras Bajas”, y dentro de ese porcentaje, cuántas personas son efectivamente del TIPNIS y por tanto, son o serían directamente afectados por la carretera propuesta.


Otro elemento no aclarado es el contenido específico de los 16 (¿o cuántos?) puntos del pliego petitorio de la marcha. Se sabe que al menos uno de ellos refería a quejas respecto a la contaminación petrolera en Aguararagüe, lejos del TIPNIS, sitio en territorio guaraní. En algún momento un vocero de la marcha, cuestionado al respecto de este punto, explicó que dicha contaminación afectaba a fuentes de agua utilizado por los “hermanos indígenas del lugar” y por eso había sido incluido. Seguramente mi ignorancia referente a los otros 15 puntos se debe a mi descuido mediático; pero incluso un(a) espectador(a) distraído en las semanas pasadas no hubiera podido de sustraerse de la telenovela del TIPNIS. ¿Cómo es que entre tantas notas periodísticas no se ha expuesto con claridad las demandas de los 16 puntos? ¿También es parte del “complot mediático”?

La solidaridad entre “indígenas” también explicaría la presencia de simpatizantes de CONAMAQ; aunque no explica la hostilidad de los “interculturales” (ex colonizadores) de Yucumo y de Palos Blancos, cuyo origen regional no es distinto al de los militantes de CONAMAQ . Aunque claro, si se acepta la ortodoxia oficial de que para ser “indígena” lo único necesario es declararse (delante de un empadronador del Censo o cualquier otro interlocutor más o menos público) “miembro de un pueblo indígena originario” entonces las y los ‘interculturales’ no serían indígenas, no importa de dónde proceden ni qué prácticas culturales tengan.

Se sabe que la razón geopolítica (como dice el vicepresidente Álvaro García Linera) para la carretera propuesta es la conexión de Trinidad y el Beni directamente con Cochabamba y el occidente del país sin tener que pasar por Santa Cruz, y de esa manera deshacer el control que Santa Cruz ejerce sobre el departamento beniano. Esto en sí basta para explicar el apoyo de la Gobernación de Santa Cruz y grupos afines con la causa de “defensa del TIPNIS” rechazando la carretera. También explica porque Ernesto Suárez, -Gobernador del Beni y de hecho uno de los opositores más férreos del MAS- es uno de los pocos que no ha salido en defensa de la marcha.

Pero el debate sobre las conexiones del Beni con el resto del país se han evaporado en el calor generado por el ensalzamiento de dos de los poster children más sagrado de la actualidad: el medioambiente y los pueblos indígenas.

Sobre el medio ambiente sólo voy a decir que la caridad empieza en la casa. Practico la agricultura ecológica en los Yungas y rehúso usar bolsas de plástico en las tiendas. Los que sí han marchado en defensa del TIPNIS sabrán analizar sus prácticas cotidianas y evaluar cuánto impacto ecológico tienen. Si son consecuentes en su cotidianeidad o lo compensan con el impacto objetivo (más allá del sentido subjetivo de auto complacimiento) de unas horas gritando consignas en la calle a favor del TIPNIS. También me pregunto si los afiches callejeros pro parque que muestran un jaguar en una celda policial o a punto de ser atropellado (o tal vez ya atropellado) por una vagoneta en una carretera, hubiera sido tan atractivos si hubieran escogido como víctima animal, digamos, a algún batracio de aspecto repelente. Voy a enfocarme en los Pueblos Indígenas.

¿Manipulados o manipuladores?

Ahora voy a enfocarme en los pueblos indígenas. Cada vez que se habla de la represión de la marca ocurrida el 25 de septiembre, se repite que bebés, niños y mujeres, embarazadas entre ellas, habían sido víctimas de la misma. En Yungas se criticó desde un principio la presencia de tantos niños y niñas en la marcha: “Eso no es marcha”, dijeron. “Además vacíos están caminando, sus bultos están trayendo en una camioneta. Eso no es marcha”. Añadieron que siendo una medida de protesta, se da por supuesto que una marcha pueda ser reprimida en cualquier momento, y por ese motivo jamás se trae a menores, tampoco a personas de tercera edad.

En los inicios de la marcha, la Defensoría de la Niñez, entre otros, objetó la presencia de infantes, pero no fueron retirados. La explicación fue: “Así siempre caminan ellos”. Con toda la familia, porque son nómadas y se trasladan en grupo, o al menos salen todos juntos a recolectar en el monte o pescar en el río; o sea, estos pueblos son tan, pero tan encerrados en su inocencia prístina de salvaje noble que no son capaces de distinguir entre una marcha de protesta frente al gobierno nacional y un paseo familiar para recoger frutas silvestres. Es poco importante si esta versión se originó con la comisión de prensa de la propia marcha o de algún otro activista bienintencionado.

El noble salvajismo ha sido tragado, por ejemplo, por una locutora de Radio Deseo, propiedad del colectivo feminista Mujeres Creando quienes también se han subido al carro del TIPNIS, quien expresó el 4 de octubre “A ellos (los hermanos indígenas) les gusta estar colgado del árbol como monos, estar paseando en el monte. Si así quieren vivir ¡nadie tiene derecho de negarles! ¡Todos tienen derecho de vivir a su manera!”

Así que una vez que la carretera cruce el TIPNIS, los pobres inocentes ni siquiera van a seguir pasando por el monte, donde, supongo, las frutas caen desde las ramas directo a sus bocas porque aún habitan en el Jardín de Edén y por tanto no conocen el trabajo con el sudor de la frente. Debe ser cierto pues, por eso sale toda la familia a la marcha porque, a diferencia de los yungueños que sí son pecadores, no necesitan quedarse a trabajar.

Tergiversación mediática y niños muertos

Sabemos que en realidad no hubo tal bebé muerto. Lo que pocos destacan es que, al menos según el periódico Página Siete, el comunicado inicial que indicó que existió el niño fallecido, salió de la comisión de prensa de la misma marcha. Tal vez fue un error en la confusión del momento y no una manipulación intencionada para provocar la simpatía y susto del público, aunque ningún vocero de la marcha ha salido para explicar eso.

Curiosamente, aparte de algún ciudadano que llamó una mañana a la Radio Erbol , nadie ha dicho que fue una irresponsabilidad total de los dirigentes de la marcha dejar que las pobres madres con sus niñitos, más las que estaban embarazadas, quedaran en las proximidades del bloqueo de los colonizadores cuando, después del “jaloneo” con el Canciller, era obvio que iba a haber algún tipo de enfrentamiento, sea con los colonizadores o con la policía o con ambos. ¿Por qué no los retiraron en dirección a San Borja el sábado 24 por la noche? ¿O es que esos bebés y madres eran en realidad escudos humanos no declarados, y se les estaba poniendo en peligro intencionadamente con la idea que así se ganaría más apoyo? Como una estrategia mediática, no cabe duda que ha sido un éxito fantástico. Pero ¿quién lo ideó? ¿era justificado utilizar a población vulnerable para ese fin? Me ha dado asco ver tantas personas llorando por esos niños y madres sin preguntar ¿quién les mantuvo en el lugar cuando se veía venir la represión, una represión nada fuera de lo común en docenas de marchas y bloqueos a lo largo de los años?

Sí me interesa la conservación de la biodiversidad, pero por eso lo que necesitamos son leyes ambientales que sean realmente efectivas, es decir instancias y mecanismos administrativos que los pongan en práctica: no declaraciones efusivas y sentimentales sobre la Madre Tierra , y menos la búsqueda de apoyo a través de la promoción de la lástima y “salvajes nobles imaginarios”. Por eso cuando entren en la ciudad de La Paz, no voy a salir a marchar en defensa del TIPNIS.

Miles de familias indígenas viven en Bolivia sumidas en la extrema pobreza desde la creación de la República, en 1825. El Estado Plurinacional, creado con la nueva CPE aprobada en 2009 ha devuelto la esperanza de un nuevo destino.

lunes, 3 de octubre de 2011

¿Golpe al Estado plurinacional?

Vamos a andar - Rafael Puente


- 22/09/2011

Resulta doloroso -en particular para quienes nos sentimos comprometidos con este proceso de cambio (e identificados con este Gobierno y este Presidente)-, ver que, en torno al conflicto del TIPNIS, se está atentando contra la esencia misma del Estado plurinacional.

Si nos preguntamos cuál es la formulación que niega y supera el viejo Estado colonial, la respuesta es el concepto de Estado plurinacional, ya que si el concepto colonial hace referencia a la supuesta superioridad de unos pueblos sobre otros, el concepto plurinacional viene a expresar nítidamente lo contrario. Pero además ¿por qué decimos pluri y no simplemente multinacional? Porque el término pluri hace referencia a la importancia de la diversidad, al respeto por las diferentes culturas y naciones, al margen de su importancia numérica. Por eso el artículo 5 de la Constitución enumera los 36 idiomas como igualmente válidos y oficiales, más allá de cuántos sean sus hablantes.

Sin embargo, en los últimos días estamos asistiendo a una suerte de calificación -o descalificación- de los pueblos indígenas de tierras bajas a partir de criterios cuantitativos: son pequeños para las tierras que ocupan, son poquitos para la representación política que ostentan, no son quién para poner condiciones al desarrollo que la mayoría anhela. Vemos con angustia que con esta visión descalificadora -sumada a la veneración por el viejo desarrollo que nunca nos trajo nada- en realidad estamos volviendo al antiguo concepto del Estado-nación con que soñaron los gestores del Estado del 52, para acabar nomás ratificando el Estado colonial.

Cómo me gustaría estar equivocado, o por lo menos mal informado, pero las noticias de cada día vienen a confirmar este sentimiento de angustia. Para empezar se prescindió de la consulta previa prevista por la Constitución; cierto que ahora se anuncia una consulta, pero ya no será previa, toda vez que el contrato con la OAS está firmado y los trabajos han empezado.

Luego el Gobierno hizo evidentemente esfuerzos por dialogar, pero eran esfuerzos meramente físicos (viajar al lugar una y otra vez), ya que desde el principio estaba claro que el diálogo no iba a cambiar la decisión ya tomada respecto de la carretera (actitud tristemente confirmada nada menos que por nuestro canciller, por lo demás nada sospechoso de actitudes coloniales). O sea, el diálogo era una mera formalidad.

Y finalmente viene la agresión represiva. Mientras la Policía levanta los bloqueos guaraníes en la carretera del sur -y lo hace con violencia, y con varios heridos-, en Yucumo la Policía no sólo no levanta el bloqueo de los colonizadores sino que lo refuerza, y practica la intimidación de los marchistas indígenas (hasta el extremo impensable de decomisarles alimentos y de dificultarles el acceso al agua).

Y ojo, todo esto no tiene que ver con una apreciación acerca de las 16 reivindicaciones del pliego de la CIDOB. Que éstas sean excesivas, que pudieran ser en algunos casos inaceptables, es otro tema. Lo coherente, cuando se respeta al otro, es discutir con él e intentar mostrarle sus errores, en ningún caso descalificarlo, llamarle salvaje, acusarlo de dejarse manipular por supuestas ONG que nadie se anima a enumerar, sacar a luz delitos de algunos de sus ex dirigentes, o acusarlo de estar con la oposición (supongamos que sí, ¿acaso los derechos constitucionales de los pueblos indígenas están condicionados a su posición política coyuntural?).

Y ahí está la marcha, detenida a las puertas de Yucumo y concitando la solidaridad de propios y extraños (por supuesto los extraños son los señores de la derecha que milagrosamente ahora vienen a interesarse por sus antiguos siervos y por lo poco que ellos nos dejaron de naturaleza).

Y hablando de la derecha: Cuando dichos señores tomaban instituciones públicas, maltrataban a indígenas, convocaban referéndums ilegales y no permitían la llegada del Presidente a dos tercios del territorio nacional, no les enviamos la Policía para reprimirlos (tuvimos sabia paciencia). ¿Por qué sí la enviamos ahora para reprimir a los mismos indígenas que esos señores maltrataban impunemente? ¿No es realmente un golpe contra el Estado plurinacional?

Rafael Puente es miembro del Colectivo Urbano por el Cambio (CUECA) de Cochabamba.

Unas 1.000 entidades adecuaron sus normas a la ley

Página Siete

La Paz


Desde que se aprobó la Ley antirracismo, en octubre de 2010, alrededor de 1.000 entidades, entre públicas y privadas adecuaron sus reglamentos internos de personal o disciplinarios a la nueva norma.

El plazo para esta labor venció en abril, empero, existen otras instituciones que aún no realizaron este trabajo por lo que el Comité de Lucha Contra el Racismo prepara un proyecto de decreto supremo para que esa adecuación sea “obligatoria”.

“Se va sugerir al Órgano Ejecutivo que promulgue el Decreto que obligue a las entidades públicas y privadas cumplir con este mandato legal. Falta determinar cuántas entidades en total existen a nivel nacional; estamos trabajando con las gobernaciones para que nos remitan la información y esperamos tener el dato hasta fin de año”, manifestó Mario Machicado, director de la DGLCR.

Nuevos proyectos

La autoridad anunció que en 90 días se implementará una línea gratuita nacional para que la población realice consultas sobre cómo presentar las denuncias, si serán verbales o escritas y cuál será el procedimiento.

“Asimismo, se está trabajando un manual de procedimiento para que sea difundido en todo el país para que la población sepa cómo actuar en estos casos”, aseguró Machicado.

Además, se habilitará una página web para colgar las diferentes denuncias y así el ciudadano que vive en el interior no tenga que viajar hasta La Paz para conocer el estado de su caso.

Se trabaja, también, un plan de acción contra el racismo y toda forma de discriminación que será presentado hasta la primera quincena de octubre y así generará una coordinación con todas las entidades públicas para luchar contra este “flagelo”.

Seguimiento mediático

Según Machicado, hasta la fecha no se ha presentado ninguna denuncia contra algún medio de comunicación.

Sin embargo, la ley prevé que canales de televisión, radios y periódicos impresos además de digitales deben promover espacios de prevención y educación destinadas a precautelar el respeto a la dignidad e igualdad de todas las personas.

“Hay medios que cumplieron y otros que no; tienen hasta el 15 de agosto para remitir informes a nuestra dirección sobre los espacios que brindaron. Se reconocerá a los que cumplieron y se sancionará a los otros”, agregó.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Tipnis: ... ¿Qué es lo justo?

Por: Betty Tejada

Quizás la crisis cambie las almas; el problema es que los que debieran cambiar nunca están en crisis y en esa ausencia total de sensibilización pueden frenar en seco un proceso largo de tanto costo para los mas de diez millones de bolivianos y bolivianas.

Quienes padecen de un narcisismo brutal, una arrogancia impenetrable incapaz de toda duda acerca de si, no pueden ser interlocutores sencillamente porque no tienen oídos para otros y los conflictos suceden siempre entre unos y otros.

El pasado no puede ser irrelevante y nadie que no sea un rematado irresponsable, puede aspirar a la idea de reeditar las duras confrontaciones, las dolorosas heridas, los muertes de los míos o de los del frente, al fin vidas perdidas, las familias atemorizadas.

Lo que ha pasado con el manejo comunicacional del TIPNIS, la tenaz estrategia mediática de acentuar o inventar las contradicciones; se convierte en un extremo de perversión política desde el momento en que se desconocen valores, méritos y se inventan cielo y vida eterna para unos e infierno y fuego eterno para otros. Allá los malos, acá los buenos y entre los buenos, yo; por supuesto.

No hay que olvidar que las industrias de la comunicación responden a una clase y a intereses determinados, así es que pueden crear y "dar" cientos de espacios "democráticos", pero el formato persigue un objetivo económico, político y social, responde a un grupo social. Así es que quien no lectura los montajes y el trasfondo de muchos medios abiertamente opositores al gobierno, es un ingenuo mayor.

Evo Morales no es el hombre mas perfecto de los bolivianos y un dechado de virtudes; el Mesías. No. Quizás una de sus grandes debilidades sea la de expresar de manera directa lo que piensa y siente, de hacer bromas machistas, de no ocultar lo que siente. En política el arte de camuflar las emociones, las intenciones es considerada una gran virtud. Evo Morales es directo, tan tajante que no cuida las formas. Va al fondo de la cosa y no es de los políticos que manda primero a sus interruptores a "sondear", a que salten en caso de un corte circuito; sino que el saca la cara primero y no se guarda, no es la ultima carta, suele ser la primera; así es que todo cae sobre el. Es decir, no es el político tradicional, el "bonito y bueno" siempre. En lo interno de su gobierno y en lo externo es duro, directo. Sin vueltas. Error? Virtud?. Con esta personalidad, plantea la construcción de una carretera "si o si", y la va a hacer aunque cambie el tramo II.

En el asunto del TIPNIS, Fueron escasos los medios y los espacios que se propusieron encontrar salidas al problema entre los que quieren una carretera y el "NO" de los indígenas de tierras bajas. Escasos los espacios que mostraron la foto completa, que practican efectivamente la definición de lo justo, esto es gestionar una situación que pueda satisfacer a los dos sujetos en conflicto; pero ademas aprovechar la ocasión para blindar definitivamente el parque que sin carretera tiene mas de 70.000 has desforestadas, ha perdido especies de flora y fauna para siempre, aun hay caza de lagartos no sujeta a plan de manejo, el nivel de sus aguas en tiempos de sequía es cada vez mas bajo. Una carretera aérea, una subterránea; fondos de organizaciones para apostar a diseños alternativos. Todo es posible cuando se busca lo justo.

Los dos sujetos. Una demanda del Beni, con legislación pre-existente a cualquier otra; histórica. Una ley de 1825, promulgada por el primer congreso de la república de Bolivia y cientos de otras leyes y decretos a lo largo de los años donde se declara prioridad nacional su integracion vial con el Occidente de Bolivia; y en el otro lado; la mas que legitima posición de las naciones indígena originarias (chimanes, yuracare y mojeños) respecto a su territorio conquistado por ellos a través de largas luchas. Uno de estos territorios; el TIPNIS...por el que pasarían 60 km de la carretera Cochabamba - Beni

La oposición a Evo Morales, no se queda atrás y actúa. Era el momento de montar el espectáculo con la industria mediática. El objetivo: quitarle sus banderas al presidente 1) la de líder de los indígenas, 2) la de protector de la madre tierra, 3) y la del presidente que planteo ante la ONU el reconocimiento del derecho al agua como derecho humano universal. Pero ademas había que estigmatizarlo como el presidente narco: carretera=cocaina; y si se puede; como el presidente que provoca muertes en octubre, para igualarlo el gobierno de Gonzalo Sanchez de Lozada en el que fueron asesinados mas de 60 bolivianos y heridos mas de 500, habría que producir muertos en el TIPNIS y generar nuevamente la sensación de que el campesino colla es el enemigo, la langosta del TIPNIS. Y con esto no excuso ni pretendo defender a los cocaleros ilegales, a los traficantes de tierras.

Hago aquí una reflexión respecto a la dirigencia corrompida, traficante de poder, que hace de su representación un negocio de lucro personal; de Occidente y de Oriente. Este "lumpen" es absolutamente perjudicial al proceso y debe ser identificado, señalado y procesado, porque el desaliento de muchos fundadores del proceso campesinos, indigenas, intelectuales respecto al gobierno, es esta suerte de ufanamiento de la corrupción y el abuso de poder de algunos poderosos déspotas. La gente dice "yo no apoye el cambio para encumbrar oportunistas, borrachos de poder, endiosados que no escuchan, ni tienen tiempo para la reflexión y la autocrítica." y lo dicen con razón. Esos títeres mediaticos que ofenden, agreden, en nombre del "gobierno de todos", que a falta de razones, mejor los insultos, esos pobres nuevos ricos que ostentan con increíble desfachatez el resultado de sus malas practicas. Esas "autoridades" que llegan del brazo de dirigentes que venden "pegas" y reciben dádivas.
Eso es lo que la gente rechaza de algunos "dirigentes"; por suerte pocos pero muy visibles porque son chillones en su ostentación de poder. Estos no pueden ser interlocutores del proceso.

Volviendo al tema; En el conflicto del TIPNIS algunos representantes gubernamentales no tuvieron ni tienen un manejo adecuado políticamente de las formas y maneras de convencer, de incidir, de acordar, de negociar; y se expresan mas que como gobierno, como una de las partes, asumiendo posturas "definitivas e irrevisables" cuando el principio básico de todo acuerdo es no cerrar nunca una sola puerta porque atrás de ella puede estar la solución.

En el otro lado, a la demanda del TIPNIS con la cual todos y todas nos solidarizamos en la búsqueda de una solución real que preserve el parque, que sea una oportunidad real para las naciones indígenas y que haya integracion de Occidente y Beni; los indígenas agregan 16 puntos mas, declaran personas no gratas a ministros, exigen la renuncia de otros, culpan al gobierno de movilizar a los colonos y de privarlos del agua, etc.

Estos dos caminos inviabilizaran los acuerdos sino se establece como punto de partida 1) apertura plena a todas las posibilidades de diseño del tramo II de la carretera y 2) Priorizar sobre los 16 puntos, el TIPNIS.

La oposición actual al no tener propuesta alguna para el nuevo Estado porque se opone a el; come, vive, sueña, clama mas conflictos, mas caos, dualidad perenne, retorno al pasado, quebrantamiento del nuevo Estado, generación de desconfianza, temor, miedo. Este "trabajo político" es el que atenta seriamente a Bolivia, un país que no puede ni debe darse el lujo de retroceder en lo avanzado.

Saludamos la carta de los hermanos indígenas dirigida al presidente para restablecer el dialogo y ojalá no sea truncado, interrumpido, ojalá no se rompa por posiciones inflexibles de un lado y otro, por posturas y palabras torpes, agresivas, por desconfianza. Es importante resolver alguna vez los conflictos por la vía de los acuerdos justos, no por la presión del mas fuerte del mas "perfecto", del que todo lo descalifica sino nace de el. Aquí esta en juego la capacidad de quienes han fundado este histórico proceso de cambio: naciones indígenas y gobierno. Los que acompañamos e incidimos de manera permanente desde el espacio que tenemos, rogamos que así sea.

lunes, 26 de septiembre de 2011

RED CONTRA EL RACISMO CONDENA LA VIOLENTA INTERVENCIÓN A LA MARCHA INDIGENA DEL TIPNIS

La Red contra el Racismo expresa su condena por la violenta intervención policial producida ayer, en inmediaciones de Yucumo, Beni, contra una marcha indígena que protestaba por los anuncios de construir el II tramo de una carretera por medio del corazón del Territorio Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).

La decisión del Estado de recurrir a la fuerza en cualquier circunstancia, frente a las demandas sociales, económicas, políticas y culturales de cualquier sector,  es absolutamente inaceptable porque viola los Derechos Humanos y genera violencia en escalada que afecta sobre todo a los niños y mujeres y ancianos  los más vulnerables en las movilizaciones sociales.

También deploramos los abusos cometidos contra el canciller, David Choquehuanca, el sábado 24, por parte de algunos instigadores de la marcha que   lo pusieron de escudo humano y lo obligaron a marchar durante tres horas en contra de su voluntad,  pero, de igual manera,  hay que decir que esta situación es el resultado de un conflicto de 41 días que no fue adecuadamente abordado en su inicio, que fue alargado innecesariamente en medio de un ambiente de confrontación, y manejado equívocamente enviando señales confusas y contradictorias en medio de propuestas de diálogo.

La demora para atender las demandas iniciales de los marchistas que pedían otra ruta para la carretera y hablar con el propio presidente Evo Morales, ha creado ciertamente un escenario favorable tanto para el oportunismo político de sectores que históricamente han estado en contra de los indígenas  cuando no practicado actos de racismo vulnerando la dignidad y los derechos de estos pueblos, y más aún para  la acción sistemática y deliberada de grupos interesados desde hace tiempo en interrumpir el actual proceso de cambio.

En la marcha y sus justas demandas se han juntado, así, intereses políticos de la derecha,  proyectos  de liderazgo personal  de algunos dirigentes indígenas y de organizaciones que han entorpecido la comprensión del problema del TIPNIS y  el debate esclarecedor con el pueblo boliviano.  

No son desconocidos los esfuerzos que el gobierno ha hecho para dialogar con la marcha enviando a varias comisiones de ministros, pero cuando estas dinámicas políticas se prolongan en el tiempo es natural que  intervengan otros factores que complejizan el problema e impiden su solución como, por ejemplo, demandas que iban más allá de la carretera en contra de las justas reivindicaciones de otros sectores de la población. Precisamente por eso, la respuesta ante el conflicto deber ser la atención  a las demandas con prontitud.  

El gobierno tiene una responsabilidad política y ética que cumplir frente a quienes han dado un  apoyo desinteresado al proceso de cambio desde sus inicios como son los pueblos indígenas, los trabajadores, los estudiantes, los sectores populares,  la clase media comprometida, las organizaciones de derechos humanos entre varias otras  que trabajan desde hace muchos años por una   sociedad más justa. 

Responsabilidad política porque el proceso de cambio nació de la voluntad del pueblo boliviano y bajo la conducción de Evo Morales y Alvaro García Linera para   transformar el país por la vía democrática  devolviendo la dignidad y los derechos de participación y decisión  a los millones de excluidos, y ética porque estos cambios se fundamentan en el compromiso del respeto de los Derechos Humanos personales y colectivos.

La Red contra el Racismo, integrada por diversos colectivos, personas particulares e instituciones invoca al presidente, Evo Morales, y al vicepresidente, Alvaro García,   a dar señales claras de un cambio en la dirección y gestión ministerial que incluyan a autoridades y funcionarios con mayor vocación tanto para el diálogo y el respeto de los Derechos Humanos personales y colectivos así como para el respeto a la disidencia, tal como lo declara la Constitución Política del Estado, apoyada por la mayoría de la población. Estamos aún a tiempo!

¡¡¡No necesitamos ni queremos más violencia!!!

Por la Cordinación de la Red contra el Racismo

Víctor Vacaflores
Amanda Dávila
Claudia Espinoza
Mónica Bayá
Sonia Brito

 La Paz, 26 de septiembre 2011